Concurso de acreedores voluntario

El concurso de acreedores voluntario se define por el tipo de solicitud en el juzgado mercantil. Se considera voluntario cuando es el propio deudor, administrador o consejo de administración de la empresa, quien hace la solicitud y presentación. Frente a una situación de insolvencia actual o inminente, de manera voluntaria solicita con la documentación pertinente la declaración del concurso de acreedores.

¿Qué es un concurso de acreedores voluntario?

Un concurso de acreedores voluntario es un procedimiento jurídico que sirve a los empresarios ahogados financieramente para evitar el cierre de la empresa y garantizar el cobro de los acreedores. Cuando no se pueden afrontar las deudas y no se visualiza una salida rápida, es una medida necesaria para buscar otro tipo de vías de solución.

Una vez detectada la situación empresarial de insolvencia, el deudor tiene un plazo de dos meses para solicitar la declaración de concurso. El juez analiza el caso, y si es aceptada la solicitud se publica en el BOE y se otorga un plazo para la presentación de los acreedores. Se nombra un administrador concursal, que analizará el estado de la empresa, clasifica las deudas y se identifica el patrimonio.

El objetivo es conseguir nuevos convenios con los acreedores, que incluyen alargamientos de plazos, quitas y nuevos planes de pago que beneficien a todos. Por medio de una votación se realizan nuevos acuerdos, por lo cual la empresa continua su actividad y los acreedores comienzan a cobrar según el orden establecido por ley. En el peor de los casos, no hay acuerdos y se procede a la liquidación.

Ventajas de un concurso de acreedores voluntario

Una de las mayores ventajas es que el administrador concursal solo tendrá una función de ‘intervención’. El deudor tiene la facultad de continuar con la administración y dirección de su propia institución.

El concurso voluntario toma gran incidencia en la fase de calificación. Si a la finalización del procedimiento el juez determina que había conocimiento del deudor de la insolvencia y no tomó las medidas, podría determinar la culpabilidad.

Las deudas se congelan desde el inicio del procedimiento, no devengan intereses y se comienza una nueva etapa de negociaciones. Los empresarios ganan tiempo y posibilidades para conseguir la liquidez que necesitan y equilibrar su economía.

Desventajas

Dentro de los principales inconvenientes se encuentra el costo del proceso, pues el deudor es el responsable de pagar los honorarios del administrador concursal. Además, esta figura llevará el control y supervisión de cada movimiento que el deudor desee realizar en su empresa.

La imagen social y empresarial también se puede ver afectada de manera negativa al iniciarse el concurso de acreedores. Aunque cada vez hay más conocimiento sobre este procedimiento jurídico, también hay dudas, tensiones y desencuentros en el proceso de negociaciones.

La enajenación o venta de bienes y derechos que son parte de la masa activa solo serán posibles con autorización previa del juez mercantil. Es decir, no hay una total libertad para la administración y gestión empresarial.

Un concurso de acreedores voluntario puede ser la mejor alternativa en una situación difícil. Es un proceso largo, costoso y necesita el asesoramiento de expertos en el tema para no cometer un error que lo lleve al cierre. Confía en nuestros expertos, te ayudaremos durante todo el proceso.

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