Los trabajadores despedidos de aquellas empresas que se encuentran en un concurso de acreedores, serán considerados como parte de la deuda contra la masa. Para una mejor definición, durante la fase de concurso se realiza una clasificación de los créditos que se adeudan. Los primeros que se deben pagar son aquellos contra la masa.
En el ámbito laboral, son créditos contra la masa:
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Salarios de los últimos 30 días de trabajo efectivos antes de la declaración del concurso
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Salarios, indemnizaciones y extinción de contratos posteriores al concurso
Es muy probable que el trabajador no cobre la totalidad de todos sus créditos en este procedimiento. Es entonces cuando, una vez emitido el certificado por parte del administrador concursal, entra en juego el Fondo de Garantía Salarial. Se trata de un organismo autonómico que se hace responsable de una parte de los salarios e indemnizaciones adeudadas a los trabajadores por las empresas concursadas.
¿Cómo se cobran los despidos a través de FOGASA?
El cobro se procesa mediante la emisión de un informe del administrador, personal para cada trabajador, donde se detalla la deuda. Si no se recibe esta información, el trabajador tiene el derecho de presentar la solicitud al juez.
A partir de la fecha de despido, el trabajador acreedor tiene un año para ingresar el formulario de pago a FOGASA. En el mismo se incorporan los datos personales, datos de la empresa y deuda. El Fondo de Garantía Salarial tiene un plazo de tres meses, que suele extenderse, para pagar con los límites propios.
Las cantidades varían según el tipo de despido y la causa. La cantidad máxima que FOGASA abona es de una anualidad, siempre que el cálculo del SMI diario no exceda el doble del salario mínimo interprofesional.